Revólverevlover
Hay un mundo detras de un mundo, no se mucho sobre artes plásticas, ni sobre fotografía, no he estudiado prácticamente nada, no conozco la luz, no conozco las puertas de la orientación, no conozco de cine ni tanto de literatura, no leo por placer, no duermo sin lagrimas, no me levanto sin ningún golpe, no sonrio sin llorar, no estoy nunca en un lugar tranquilo, mi cuerpo no me lo permite, el cepillo de dientes es ajeno, el inodoro es ajeno, los vasos que utilizo parecerían romperse en mi mano cuando me lo llevo a la boca, las paredes parecen estar sucias aunque estén completamente blancas, hay un sinfín de personalidades que me acompañan en cada estado, de cada situación, de cada asiento.
Estoy en un ring, soy un boxeador perdido, que nació en la nada y sigue sobreviviendo, sobrevivo del aliento, de mi saliva, de mi pureza, de mi fuerza. Cambio de piel mas que las víboras y tengo también miedos y me espantan como a un niño, no se mirar fijo a las personas, no entiendo.. siento el hierro de mi sangre en mis encías y no hay remedio ni dulce que baje el podrido gusto, me remuerdo, no me puedo tranquilizar y me peleo y voy.. no respeto a la ley ni tampoco me importa demasiado, y viene la policía y de la mano a los adiestrados llamándolos por boludeces, no me puedo centrar en un punto en donde el viento y el tiempo me rompen en pedazos cada vez que me paro, no puedo dejar de sentir, hay emociones que pegan fuerte y son esas mismas y no en menor medida de exaltación en la que termino acostado.. me levanto a la mañana como si algún dios de algún lado tuviese un par de guantes de esos nuevos con olor a perfume mezclado con plástico y siento que me revientan la cara, y estoy ahí y me hierve la sangre y desayuno.. la leche no tiene tanto gusto, ni lo que como, ni como lo bebo.. no me arrepiento de nada porque no puedo, no me sirven las olas de los rencores, no me sirven las malas palabras, destruiría todo un momento, se me caen a pedazos, no los puedo juntar, el aliento se me hace pesado, la nostalgia sube y destruye casi sin darse cuenta el termómetro de la ultima lucha, y me quedo parado viendo como las inmensas nubes siguen queriéndome decir algo que no entiendo; no soy agil, ni aventurero, no me considero nadie mas alla ni nadie menos como dicen en los libros, no me defino como un ser en un crucigrama, mas bien es una prosa escrita con sangre en un idioma arrojado por unos pocos gritos en algún momento, en alguna historia.. estoy con la cámara, y mientras trato de obturar el cuchillo me come la espalda y sigo, y hago el siguiente y respiro y me cuesta.. y no lo dejo porque sufro y se transforma en una carrera llena de prostitutas que no quisieron serlo y de borrachos que predicaron por una vida nueva y sacerdotes que se lavaron el culo con la biblia, se habla de dragones, de simples dragones que no existen, ciertas capsulas en donde viven pero nunca se habla de cuando despiertan; siempre hay una voz que cae del cielo mas fuerte que mil rayos y que grita y que canta, pero no canta con afinación, no canta con un libreto.. es mas bien un puñado de barro que sale de su boca..
y cuando ese barro alcanza toda la ciudad mi mente despierta y cuando despierta.. pasa el siguiente segundo.
Estoy en un ring, soy un boxeador perdido, que nació en la nada y sigue sobreviviendo, sobrevivo del aliento, de mi saliva, de mi pureza, de mi fuerza. Cambio de piel mas que las víboras y tengo también miedos y me espantan como a un niño, no se mirar fijo a las personas, no entiendo.. siento el hierro de mi sangre en mis encías y no hay remedio ni dulce que baje el podrido gusto, me remuerdo, no me puedo tranquilizar y me peleo y voy.. no respeto a la ley ni tampoco me importa demasiado, y viene la policía y de la mano a los adiestrados llamándolos por boludeces, no me puedo centrar en un punto en donde el viento y el tiempo me rompen en pedazos cada vez que me paro, no puedo dejar de sentir, hay emociones que pegan fuerte y son esas mismas y no en menor medida de exaltación en la que termino acostado.. me levanto a la mañana como si algún dios de algún lado tuviese un par de guantes de esos nuevos con olor a perfume mezclado con plástico y siento que me revientan la cara, y estoy ahí y me hierve la sangre y desayuno.. la leche no tiene tanto gusto, ni lo que como, ni como lo bebo.. no me arrepiento de nada porque no puedo, no me sirven las olas de los rencores, no me sirven las malas palabras, destruiría todo un momento, se me caen a pedazos, no los puedo juntar, el aliento se me hace pesado, la nostalgia sube y destruye casi sin darse cuenta el termómetro de la ultima lucha, y me quedo parado viendo como las inmensas nubes siguen queriéndome decir algo que no entiendo; no soy agil, ni aventurero, no me considero nadie mas alla ni nadie menos como dicen en los libros, no me defino como un ser en un crucigrama, mas bien es una prosa escrita con sangre en un idioma arrojado por unos pocos gritos en algún momento, en alguna historia.. estoy con la cámara, y mientras trato de obturar el cuchillo me come la espalda y sigo, y hago el siguiente y respiro y me cuesta.. y no lo dejo porque sufro y se transforma en una carrera llena de prostitutas que no quisieron serlo y de borrachos que predicaron por una vida nueva y sacerdotes que se lavaron el culo con la biblia, se habla de dragones, de simples dragones que no existen, ciertas capsulas en donde viven pero nunca se habla de cuando despiertan; siempre hay una voz que cae del cielo mas fuerte que mil rayos y que grita y que canta, pero no canta con afinación, no canta con un libreto.. es mas bien un puñado de barro que sale de su boca..
y cuando ese barro alcanza toda la ciudad mi mente despierta y cuando despierta.. pasa el siguiente segundo.
Nicolas Saracchini
viernes, abril 25, 2014