domingo, 21 de julio de 2013

CAMPANELLA, "METEGOL" Y LA MIRADA DE GONZALO MARULL

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En casi todas las películas de Campanella hay buenos y malos. Los buenos nos dan lecciones de vida y nos muestran lo mal que está el mundo. Los malos son malos porque así nacieron. Los personajes por esta razón no tienen mucho relieve. Son bastante planos. Cuando un personaje no tiene contraluz/contradicción es plano (me lo enseñó el maestro Kartún). Esto pasa frecuentemente en las películas llamadas “de acción”.
Campanella siempre quiere reivindicar viejos “valores”, “valores” perdidos. Todo tiempo pasado fue mejor. O lo que es peor, los buenos no tenemos la culpa de nada, siempre somos víctimas de algo que está más allá de nosotros (de algún malo que nació así).
Lo que me llama poderosamente la atención es que los únicos que siempre hacen trampa en las películas de Campanella son los buenos. Aquí aparece la contradicción, pero parece ser involuntaria.


En Metegol, Amadeo sabe que en el partido “hollywoodensequieroganarotrooscar” final empieza a revertir la adversidad con trampa.
En Luna de Avellaneda el personaje de Darin ve robar al de Mercedes Moran pero le dice “quédate tranquila, yo sé quién sos vos”. 
En El secreto de sus ojos el personaje que interpreta Pablo Rago hace justicia por mano propia.
Algo así como que el fin justifica los medios.
A veces el exceso de moraleja puede volverse en tu contra.
La obra es siempre más inteligente que el autor decía Müller.
Metegol está muy lejos de Fontanarrosa y muy cerca de ese cine maniqueo de Hollywood que históricamente ayuda a los yanquis a dominar el mundo a través de la moral.
Lástima, porque la factura técnica de Metegol es extraordinaria… lo mismo que la de cualquier película de Schwarzenegger.
Una peli que mete 250.000 espectadores en un fin de semana es parte vital de la cultura y de la educación del país. 
Atenti, ojos abiertos. 
Para que en un futuro nuestros hijos no sean los “buenos” que culpan todo el tiempo a algo que está más allá de ellos, en vez de arremangarse, aceptar contradicciones, generar los cambios y dar más amor real, no el amor que venden ciertas películas.
Aclaro que es una opinión de un escritor medio pelo como yo. George Bernard Shaw decía: “Dicho esto, el derecho a criticar a Shakespeare no conlleva la potestad de escribir obras superiores”.

Por Gonzalo Marull
Un grande entre los grandes dramaturgos de Córdoba. Gracias Gonza!!

Y de paso dejamos el trailer de la peli para el que quiera corroborar de alguna forma lo que esta escrito arriba, queda a criterios de Uds!!


2 comentarios:

  1. Es muy interesante el análisis que haces, yo nunca me puse a analizar las películas de Campanella desde ese punto de vista y me parece muy valido lo que intentas transmitir. Sin embargo, lo objetivo de tu análisis se pierde al llegar a la conclusión.
    El tema de la moral ha sido muy discutido principalmente, a modo de debate, en la modernidad, hasta nuestros días. Una película, una obra de arte, un tipo de música, etc, no es más que ficción; sin embargo a través de la televisión, las películas y demás, se ha tratado de alguna manera de persuadir al interlocutor constantemente, haciendo que éstos se vean reflejados en estas representaciones y actúen como tales. Por ende, la gente debe tomar la recepción de este tipo de películas o espectáculos como lo que son realmente. La representación de los valores morales, el bueno y el malo, no son más que eso, representaciones. Lo que pasa en la realidad es lo que realmente importa y como decís, “Arremangarse, aceptar contradicciones, generar los cambios y dar más amor real, no el amor que venden ciertas películas”, es lo que se debería hacer pero no se hace o se practica poco. Realidad y ficción son dos cosas distintas y eso hay que tenerlo bien claro.
    Este es mi punto de vista; dejemos de vernos reflejados en la radio, televisión, cine, etc, y comencemos a pensar por nosotros mismos, como sujetos libres y pensantes que somos.

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    1. lo que dice Marull es acorde a su ideologia de que el espectador debe mezclarse en el mensaje del autor y participar de la obra (cinematográfica en este caso) es el "teatro deconstruido" por eso va su crítica a la falta de originalidad en cuanto a la trama o argumento muy hollywoodense "moralista" muy fotocopiado o "plagiado" (sí aplaude la creatividad técnica aunque muy trabajada tampoco la considero muy original: pixar)
      Lo que vos planteás es lo mismo q yo le plantearía a Marull pero no obtendría respuesta q solucione mi concepto de que en el arte está inserto la ideología política del nuevo orden mundial y esa ideología quieren incorporarla al colectivo (espectador) con su "deconstrucción" lavando cabecitas y viendonos reflejados en esa ideología perdiendo al sujeto libre y pensante que éramos

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